domingo, 13 de noviembre de 2011

telequinesis pactrónica de la xenofobia de los homelets.

Bueno, resulta que ayer hice un RE avance. Pero un REEEE avance eh. O sea, hay muchas cosas de la vida de la gente que me averguenzan. Pero que esas cosas me empiecen a pasar a mí me averguenza peor y me da como una especie de culpa y de bronca irónica por bardearlos, y afs, colisión de neuronas.
El Quid de la Question, fué que pude volver a dormir nuevamente como la persona dignamente normal que solía ser, con la puerta cerrada, y todas las luces completamente apagadas. Oh sí, necesitaba la paz de la negrura.
No sé que me daba miedo, que me tenía tán intranquila, que tipo de luxaciones imaginarias franqueaban a mis sueños, pero era una verga quedarme sentada a los pies de la cama mirando un punto fijo más de 25 minutos, viendo pasar a todas esas sombras sin caras por el pasillo de la puerta entreabierta... a veces imaginandolos asomarse, otras veces sintiéndolos a mis espaldas, dándome vuelta con el corazón hecho un puño nevado clavado en mi garganta para corroborar lo inconcebible.
No pasa nada boluda, no pasa nada, vos ni crees en eso.
No, posta que no, pero siento cosas, las cosas se mueven. De noche la casa tiene pulmones, te juro...
No, no pasa nada. Nunca nadie se murió durmiendo, o por lo menos nadie que se murió durmiendo se enteró de eso.
Así que no me preocupa más.
No sé a qué venia esto, así que chau.

PD: no sé, no sabía que título ponerle y tiré las primeras 7 palabras que mi masa encefálica calcina lucidó

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