domingo, 11 de diciembre de 2011

bránquias (?9

Me destiño, me desgajo, me fragmento, me uno al polvo en motas que se bañan tenuemente en la luz malva de un atardecer. Cualquier atardecer, cualquier penumbra verdosa que se filtre por la leve endija entre paño y paño de cortina.
Y respiro a la par de la habitación. Soy parte del todo, soy menos que el todo, pero a la vez imprescindible para el todo.
No recuerdo en qué consistía la escuela de Psicología de la Gestalt, pero algún oxidado banco de memoria me remonta a estas orillas.
Y en cuestión de pocos días voy a estar sumergiéndome en ellas, oxigenándome levemente para volver a sumirme en la profundidad de sus aguas.
Sería más fácil desarrollar bránqueas...
Pero si hablara de bránqueas hablaría de ser estático, respirar el mismo ambiente, no rebuscar a mis aletas para asomarme a la superficie.
No, no vamos a desarrollar bránqueas este verano.
Qué tal si... qué tal si nos olvidamos de que todo eso pasó y nos dedicamos a...
No sé a qué. La creatividad está en reposo. La creatividad también tiene bránquias.
No, porque si nos olvidáramos, no, no se puede olvidar, algún banco de memoria, como el que me acercó a la gestalt, me acercaría de nuevo a vos.
Qué lindo es hablar de vos. Qué cosa tán triste y pelotuda.
Qué, qué. Qué mierda hago? Ya ni puedo ser coherente.
Antes hilaba, hilaba, y caminaba en esos hilos al darme cuenta de que podían soportarme.
Qué queda como resultado? El factor chicle. Masticar y masticar lo mismo (por no decir goma). Ya sin sabor, ya repetitivo, ya por costumbre a masticar.
Ná. No te puedo comparar con un chicle. Ni te puedo poner bránquias. Ni.trógeno.

2 comentarios:

  1. q abandonado tenias al blog eh!!
    o sea, acortando distancias, sos un atomo?

    ResponderEliminar
  2. lo estoy reviviendo de a poquito! ajajaj soy una cosa amorfa, ni ideeeeea

    ResponderEliminar