viernes, 30 de diciembre de 2011

Yo, Superyo, Ello, Eris, Sarah, Marta...

Qué pelotuda.
No sé cuántos posts arrancaron así.
Viste como es, che, vos te decís una cosa, pero sabes que es la otra, sabes que la estás haciendo como el orto pero igual te queres cubrir, sos copada y te vas careteando, sí.
Hasta que te encontrás con la maraña del quilombo amplificado por todas las veces que la cagaste.
Y bueno, circunda masomenos sobre eso la historia de mi vida.
El problema es cuando el círculo pega la vuelta y me trae a, a ver, sí, justo a estos vértices lineales en los que estoy en un trance de no-comprensión del asunto, con un dramatismo exagerado y ganas de replegarme y anularme cual pacman cuando es tocado por el... otro bichito de mierda de algún color.
Qué asco que es esto, tipo, cuando atento contra otras personas todo bien, hacen cosas que rompen las pelotas, y hay un argumento justificable, pero cuando el problema lo tengo con migo arakjsn. No me la puedo agarrar con nadie (bah, igual me la agarro con todos, no).
Es como que Yo, Superyo, Ello, y mis otros muchos alteregos se mandaron todos juntos al sparring y metieron de contrabando cosas punzantes.
Todo esto me da arcadas.
La luna acusadora se me clava en la frente, no me deja de mirar, y a mí me empieza a correr la transpiración por la nuca, sus ojos son como un peso físico en mi cuerpo.
No es solamente mi paranóia ni el sentirme señalada y denigrada por objetos inanimados, no, es otra cosa... es como si...
Vidrios rotos, de adentro hacia afuera. Fragmentos ínfimos y afilados agolpándose precipitádamente en la sangre que comienza a regar el piso.
Asco, nuevamente, arcadas.
La enfermedad que no puedo erradicar, porque duerme conmigo, vacía todos mis rincones de neto contenido de polvo, y los llena de sí, acapara todo lo que roza, y ya no puedo delimitar dónde termino yo, y dónde eso, y dónde lo otro, es lo mismo, nada. No hay gente en toda esta masa gomosa, creí haber diferenciado algo algunas veces, pero no. Creía que no formaba parte de esa consistencia, pero mirame, acá, con todo este desgano aplastándome, dagg, qué asco.
Me vengo a enfermar la cabeza con mi cáncer incurable.
Dejalo ahí, boluda, y salí de acá, no hay espacio para todas.
Andáte, cerrá bien cuando te vayas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario