Y pensaba, mientras se me empañaban los vidrios de los anteojos por la humedad..., pero esta vez proviniente del vapor emanante de la tasa de capuccino que sostenía cerca... Qué quería? Qué buscaba? Su porpósito fué lastimarme lo más que pudo, o lo que más pude yo soportar? Sus manipulaciones violaron los esfuerzos más plenos de mi voluntad. Rígido y frío como el marmol, abrumadoramente hermoso, su locura asesinó todo tipo de idealizaciones en mí.
Devané mis sesos buscando palabras, tratando de decifrar la manera de dar esa vuelta de tuerca que me faltaba,... pero la evidencia del problema siempre es obviada. Pelear con todas las armas existentes para conseguir la razón, era su forma de vida... y te juro que me encantó. Nunca te duré ni un round. Te odiaba, y odiarte se volvió una pasión irrefrenable. Un frenesí que me recorría cada vez que te sondeaba, una especie de descarga eléctrica cuando me agarrabas desprevenida por la cintura.
Shakespeare me lo dijo en algúna silenciosa velada... "los placeres violentos terminan en violencia, y tienen en su triunfo su propia muerte, del mismo modo que se consumen el fuego y la pólvora en un beso voraz".
Me arrinconas, me cerras, me vuelvo chiquitita y muy boba, toda sonrojada ante todas tus muecas. Y te encanta saber que soy tu títere, y abrazarme cada vez más fuerte con esos hilos que no me dejan respirar...
Y ese no es el problema.
El problema es que para vos es un juego, un número, un punto más para tu autoestima, el tenerme, recortarme en varios fragmentos y dejarme desarmada. Toda la inseguridad que volcaste en mí es lo que me hace frágil, como de vidrio, y con esas tres palabras de mierda me dejaste totalmente paralizada, imposibilitándome la capacidad de elegir entre atracción y repulsión. No puedo actuar cuando estás cerca (literal)
Y una vez efectuado el intervalo en el que acatas mi congelada inexpresividad , pronuncias ese Jake Mate de tres escazas palabras al unísono...
..."yo te amaba"
No hay comentarios:
Publicar un comentario