lunes, 11 de julio de 2011

I love all of you... hurt by the cold, so hard and lonely too, when you don't know yourself

Lo confieso... tengo amigas geniales que además están equipadas con espontaneidad, remos, y... budín marmolado.
Me surge ahora lo imprescindible, que lo terrible no es tán terrible. El día no podía brillar más para estar casi a mitad de junio. En la placita del avión, recostada en el hombro de F. y casi tapada por el sonido de sus risas acopladas en un sólido complemento con las mías, me empezé a dar cuenta de lo bien que me sentía. No me dolía el pecho. No estaba llorando ni tenía ganas de hacerlo. Tampoco estaba pensando en otra cosa que no fuera ese momento, contenído en el marco del verde vivo del pasto en contraste con la manta en la que nos despatarramos.
Venía pensando hacía varios dias que la angustia era una condena irreversible que se había apoderado de manera absolúta de mi calendario, pero.. sorpréndete de tí misma, que es lo mejor que puede pasarte! dijo alguna revista de modas, ya obsoleta. En la mitad de la succión de un mate me dí cuenta de que hacía horas que mi cabeza no giraba en torno a pensamientos destructívos como prácticos. Noté la ausencia del nudo en la garganta por culpa de la inminente carcajada en respuesta al comentario de M... "es la plaza del horror, boluda".
Historías, anécdotas, cagadas, ironías.
El cielo estaba completamente limpio, sin las condenzaciones plomizas que lo opacaban, la piel se ruborizaba en distintos matices por la arrítmia que causaba reír, la voz había dejado de ser amorfa al adquirir nitidez y tener en claro lo que estaba diciendo. Los 4 pares de ojos brillaban, sumidos en conversaciones que sin dejar de ser serias e interesantes, tenían el toque de sonsera.. Cómo las extrañaba, malcojidas! No me había dado cuenta de los baches que se habían formado en su ausencia hasta ese momento, en el que sí noté lo reconfortante y reparador.
Los colores iban volviéndo, uno por uno, con total tranquilidad. Algunos seguían siendo horribles,... pero eran míos.
Volví de tan buen humor que hasta tuve ganas de cocinarles! JJAJAJA. Me descostillé simplemente, de las tantas mierdas que tenemos en común, y de la simetría de la manera de afrontarlo.
Saber que al mundo le importas tres carajos, pero igual hay por ahí tres pares de hombros que te van a dar paz, tres locas lindas, tres conchudas frontales y sinceras que no dudarían en hablar por mí para defenderme del resto, y de mí misma en esas crisis en las que me invento trastornos neuroticos e histriónicos. Simplemente, cuando me pierdo me saben hacer volver.
Y ahora lo sabemos más que nadie... muchisimos capítulos se nos fueron cerrando, algunos por la fuerza. Estamos en una etapa basada en el proceso de pequeñas reformas internas... cosas chiquititas que se van movilizando todo el tiempo, y nos cambian los gustos, los intereses, las ganas.. nos hacen a veces inmunes, y a veces muy susceptibles. Alejarnos y acercarnos. Vamos y venimos para terminar volviendo..., otras no. En ese caso, a no resignarse, que siempre hay algo mejor a la vuelta de la esquina. No necesitamos nada de lo que perdimos. Y vamos creciendo a medida que nos desprendemos de lo que nos lastima, buscando ser mejores personas.
Se ve que estaba desacostumbrada, porque quedé fuera de mí. Precioso.
Siempre hay algo peor, para que nos demos cuenta de eso está policías en acción.
todo se acaba, y vuelve a empezar.

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