lunes, 7 de noviembre de 2011

Breve descarga de ira

Soy un ente. Estoy al lado de ellos, pero afuera. Hay una capa impermeable que no voy a cruzar, la moral no me permite cruzarla. Los miro enajenada, me indigno, me repliego y me alejo un poco más, le doy otra capa a la capa, otra placa aislante en la pared, subo el sonido de mis adentros.
Pensar es reflexionar, reflexionar es darse cuenta, darse cuenta es pensar... hay como puertas, muchas. Voy desembocando en algunas sin saber que están, voy encontrando nuevas formas abstráctas, crepusculares, tangibles. De esa manera lo lógico barre mis juegos. Pensar, ergo actuar. Pensar, ergo ser razonable. Pensar, ergo ser ortiva.
Ortiva. Vos, que no sabés ni escribir una oración con coherencia y sin faltas de ortografía. Vos que encontrás el humor en las réplicas más burdas e idiotas, vos que en la puta vida te planteaste qué mierda hacías con tu propia puta vida y te rellenabas la garganta de prejuicio en prejuicio. Vos, bichito arrogante, escoria social, cebolla infiltrada en la frutera, asignación familiar por hijo, lápiz blanco, recopilación de tantos plagios de calidad salada, inservible para la nada misma, plan trabajar, resentido de la vida, 010101, aceituna negra, papél higiénico de todos. VOS, SI VOS. "Que necesitas rodearte de los peores para ser el mejor. Yo en cambio prefiero rodearme de los mejores para mejorar". Nisiquiera te podes salir del "ortiva" para bardearme porque los recursos no te dan.
Sí, bueno. Ojalá que te entre shampoo en los ojos, que cuando te levantes te lleves puesta de un rodillaso a la mesita de luz, que no te ande el control remoto, que te falten 10 centavos para el bondi, que se te queme la lamparita del baño cuando estés cagando y que se te hagan padrastros en todos los dedos. Pelotudo.

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