martes, 2 de agosto de 2011

Hay mami

Me pregunta si es muy hinchapelotas. La verdad es que si tuviera pelotas, ya se hubieran vuelto un airbag.
Y me cambia la tele de canal para mirar esa bosta de Herederos de una Verga, se desespera por apoderarse del control remoto y una vez que cumple su cometido y nos somete a todos (Ruben y yo) a padecer de oírlo, no conforme con eso, empieza a preguntar, e incluso a pensar en voz alta... "Viste qué linda que es la Kloosterboer"... a lo que contesto, y con esa cara de boluda se los lastró a todos, hasta al cabeza de chota de heredia. Y este es un suceso que se repite de lunes a viernes, sin tregua alguna.
Se jacta de que siempre tiene buen humor, y nunca pone mala cara. Cree que el ejemplo que da, de imponer que todo está perfecto es el válido. Por eso elije ignorarnos, tanto a él como a mí, cuando tuvimos un día de mierda, o estamos amargados. No respeta nuestros silencios, se burla, ignora y se desentiende.
Terminamos de comer, levanta la mesa, y yo caliento agua para el café. Ninguno de sus comentarios pasan por alto, sino que, son refutados con a veces un énfasis excesivo a causa de la molestia que estos nos causan. Hasta que pierde el sentido, explota, aburre, y R. se levanta para ir a acostarse. Los auriculares se convierten en una parte más de mi cuerpo, y le doy rienda suelta a mis dedos al mando del teclado.

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