miércoles, 15 de junio de 2011

Mi placard: un cementerio

Varios meses atras

"Cómo puedo arrancarme el silencio de encima, si por más que grite, nadie puede escucharme? Siento que me quedé afónica hace rato, y nadie capta ni puede codificar mis señas. Es aplastante, asfixiante, y pesa... sin embargo, hace tiempo que me vengo demostrando que es soportable. No tiene nada de malo la soledad... para alguien que sabe dónde está parado. No estar atado a nadie, a veces nos hace no medir ciertas cosas, y llegar bastante lejos, pero por el mal camino"

Mayo 2011

Creo que me fui defigurando bastante, hasta el punto de nisiquiera reconocerme. Actué por inercia, me arrastré a donde fueron todos, sin ningún autocontrol... sin opinión propia.
Tenía mucha razón cuando me llamaba barrilete... No estaba atada a nadie, ni a nada. Pero ese no era el problema. No estaba atada a mí misma, y me perdí hace algún tiempo.
Morí muchas noches, me desangré muchas mañanas, y me levanté muchas tardes... pero no como una persona, sino como un zombie. Comiendo la misma carne podrida por meses... gente sin cara, sin voz. Más zombies, igual que yo. Revolcándome en su miseria, y tapándola con alcohol y carcajadas que al otro día se volvían incoherentes en contraste con el cuadro en blanco y negro en el que convertí a mi cara. Más ironías, más preguntas... quién soy? donde voy? qué hago? por qué lo hago?... qué me pasa? Nadie contestaba. Lo que yo era, no estaba adentro mío.
Estaba muy angustiada, amordazada en ese placard mirando incrédula como se auto-destruía, como se tiraba abajo y se desarmaba tapandose con toda esa mierda. Devorada por los otros muertos. Encerrada atras de los muros que yo misma levanté, sin saber como.
El cuerpo vagando sin mente, donde ellos querían, donde el viento soplaba, donde iba la sobra.
Y por estar encerrada y acallada, trabada en la ceguera de esa oscuridad generada por la altura de esas paredes, me quedé tragando cosas. Acumulando dolores, impotencias, incomodidades, angustias, pesamientos sin codificar. Estaban en otro idioma... Hablaba con los muertos, que me entendían de una manera muy superficial. Hablar no es lo mismo que comunicar... que conectar. Y adentro del placard, nunca hay señal...
Y no me sorprende... era algo que esperaba y casi predecía... pero sigo sin saber por qué tardé tanto en encontrarme... Si sabía dónde estaba, por qué di tantas vueltas en círculos para no llegar?
Sí, sentirse mal es la postura más cómoda de todas, valga la redundancia.
Cuando algo se llena hasta el tope, y se le sigue intentando incorporar sustancia, rebalza. Cuando la cabeza está a punto de explotar, gritamos. Cuando la garganta se anuda y cierra asfixiandonos, los espasmos del llanto la abren. Y cuando el corazón se desgarra en un millón de jirones,.. no mires al placard. Buscá afuera, en la calma que te da un abrazo.
No puedo vivir corriendo de mí misma, ni borrar lo que hice. Pero de eso se aprende. A escucharme, a entenderme, a criticarme, a corregirme, a soportarme... aprender a quererme, para así poder aceptarme.
Para mí, esto es lo más difícil de todo. De todas las cosas con las que lidié, yo misma fuí la peor. Uno mismo es quien más se conoce, y sabe donde golpearse para que duela.
Parece algo muy enfermizo, pero se reduce a lo más lógico... "todo está en uno mismo"...
Hoy, saco la bandera blanca. No te lo prometo a vos, me lo prometo a mí. Basta de guerras internas. Quiero ser yo.

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